NUEVAS LEYENDAS DEL LAGO ATITLÁN
SEGUNDA ERA
JORGE RUIZ CUESTA
DESPERTAR SOÑANDO. S.A.
Atitlán,
Cerca del agua.
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ERA SEGUNDA
CICLO PRIMERO
ÍNDICE
CICLO PRIMERO: “Historias de amores y perros”
FASE I
1. Los cheles de los hombres
2. El viento y los perros
3. Huesos
FASE II
1. Una historia de amor.
2. Segunda oportunidad irrepetible.
CICLO SEGUNDO
FASE I
MEDITACIONES CONTEMPLATIVAS de Jesús Miravalles
EXTRAÍDAS DEL “DIARIO DE UN VIAJERO”
1. El lago soñado
2. Recuerdos o sueños
3. La cima
4. Insomnio y leyendas
5. Otro insomnio, otra leyenda
6. Atravesando el espejo
7. Intuiciones o ladridos
8. Meditaciones sumergidas
9. El barco fantasma
10. Geografía irreal
11. Vientos ahogados
12. Paisaje íntimo
13. La transformación del viajero.
ERA SEGUNDA
CICLO PRIMERO: “Historias de amores y perros”
FASE I
2. EL
VIENTO Y LOS PERROS
Diego Isaías Hernandez |
PRÓLOGO/EPÍLOGO
Nuevas
Leyendas Del Lago Atitlán es un conjunto nunca fijo de relatos que van
saliendo a la luz (en Blog) antes de nacer (en papel). Así,
frente a una edición (o dosificación) convencional, que muere al
nacer, que se cierra definitivamente o se fija para siempre al quedar
impresa, estas leyendas, si llegan a ser un poco "legendarias",
será irónicamente por alargar su vida más allá de cada punto
final, al corregirlas, ajustarlas y hasta reescribirlas sin más
pausa que su declarada dosificación.
Precisamente
la imposibilidad de fijar un orden claro, marcar un itinerario único
o proponer un final con destino, es lo que nos lleva (paradojas
posmodernas) a presentarlas en ERAS, CICLOS, FASES y CAPÍTULOS, abiertos,
cambiantes, flexibles, sabiendo que el rastro de lo legendario es
inasible como una atmósfera y que sólo una estructura que sea como el TIEMPO mismo, podrá sobrevivir.
Por
todo ello, SE HACE SABER que esta publicación inexistente sufrirá
-como cualquier alma mortal- sucesivas transformaciones, remiendos,
adiciones y hasta adicciones en sus CICLOS,
FASES, CAPÍTULOS; PINTURAS,
FOTOS, COMENTARIOS...
Diego Isaías Hernandez |
2. EL VIENTO Y LOS PERROS
Los
perros que habitan la Cuenca del Lago Atitlán parecen como los demás
pero son completamente diferentes.
Diego Isaías Hernandez |
Durante
el día uno puede verlos en los mercados, en las calles, en las
laderas del Volcán o en las orillas del lago, cansados, indolentes,
lacerados o mugrientos, buscando una sombra fresca donde dormir o una
sobra fresca que llevarse a la boca. Pero al atardecer puede
observarse el movimiento, como orquestado por una fuerza superior que
los coordina y conjunta, que los obliga a asociarse sin tener
conciencia de sí mismos, como embebidos de una colectividad o
solidaridad comunitaria más propia de los Antiguos Mayas que de los
perros.
Diego Isaías Hernandez |
Los
perros que viven en el Lago Atitlán no pueden vivir solos y se
asocian en maras para callejear, alimentarse, defenderse y hasta
delinquir. Hay quien tiene identificados a los líderes, a los
pendencieros, a los perros alucinados o arrebatados que atacan las
sombras de la noche o aúllan a las dos Lunas del Lago. Pero los
pobladores se han acostumbrado a esa presencia nocturna e
imprevisible, déspota y escandalosa, porque así se sienten
resguardados aquellas noches en que los malos espíritus se hacen
cargo del tiempo y el espacio del Lago Atitlán.
Diego Isaías Hernandez |
Hay
noches en que el viento trae susto porque su ulular es fuerte,
pertinaz, penetrante, aunque sin dirección. Esas noches cuando el
viento se cuela hasta el tuétano de los huesos y parece que nos
saliera de dentro para llevarnos por todas partes, los aullidos de
los perros nos recuerdan que no sólo somos memoria de agua, también
somos aire cargado de espíritus; esas noches, digo, cuando el viento
arremolinado parece que va a llevárselo todo (espíritus y
recuerdos), los ladridos de los perros, sus aullidos, su habla
ensordecedora y distante son el único sostén de aquello invisible
que nos ancla a la tierra.
ADVERTENCIA
PARA INADVERTIDOS-AS
Toda
búsqueda de leyendas es legendaria.
Toda
búsqueda o indagación sobre uno mismo es una búsqueda o indagación
universal. El tiempo, el ingrediente esencial de la vida, se hace
espiral y, entonces, sus ciclos no se repiten, en todo caso,
repiten el biorritmo que los contemporiza. Esa es la armonización
primordial, la que has de buscar, encontrar y mantener, cueste
lo que cueste, en el bombeo de tu corazón, los ritmos de tu
respiración, los anhelos de tu espíritu.
Por
eso, si, desconcertado, has perdido la cadencia temporal que se
acopla a tu ser, aquí podrás encontrar un nuevo vínculo entre lo
íntimo y lo universal que no te sea ajeno.
Y
todo porque, si buscas leer, vivirás, y si buscas vivir, leerás.
DESPERTAR SOÑANDO. S.A.
JORGE RUIZ CUESTA
Atitlán, Cerca del agua. |